“Lo primero que tenemos que hacer con el cocodrilo es sujetarle bien fuerte la boca para que no la abra y atarle la cola. Después, utilizamos unas pequeñas tiras de papel esterilizado que ponemos en sus ojos y que absorben un montón de lágrimas”. Arianne Pontes Oriá, investigadora veterinaria de la Universidad Federal de Bahía, en Brasil, se dedica a estudiar las lágrimas de diferentes especies animales y analizar su composición. En su último trabajo, además de las icónicas “lágrimas de cocodrilo”, ella y su equipo han recogido lágrimas de alrededor de un centenar de animales y han comparado las diferencias entre unas especies y otras. “Tenemos lágrimas de caimanes, de guacamayos, loros, búhos, halcones y tortugas marinas”, explica a Vozpópuli. “Hemos hallado diferencias y similitudes, pero hemos descubierto que las diferencias se deben sobre todo al hábitat en que viven las especies, mucho más que la proximidad filogenética con otras especies o la alimentación”.
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La coleccionista de lágrimas de animales
24 agosto 2020
Escrito por Aberrón a las 17:37 | 4 comentarios »